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Salud y Bienestar

como evitar que se me duermen las manos al dormir

Una molestia nocturna que puede tener solución

Despertarse con las manos dormidas, entumecidas o con hormigueo es una experiencia que muchas personas viven con frecuencia. Aunque en algunos casos se debe simplemente a una postura incómoda, en otros puede estar relacionado con problemas nerviosos, circulatorios o musculares. La buena noticia es que existen estrategias para prevenir esta sensación y mejorar la calidad del descanso.

Comprender el origen del entumecimiento

La sensación de que “se duermen las manos” suele estar causada por una compresión de los nervios o una alteración en el flujo sanguíneo. Cuando permanecemos en una posición durante mucho tiempo, especialmente si se ejerce presión sobre los brazos, muñecas o cuello, los nervios pueden quedar comprimidos y provocar parestesia (hormigueo o pérdida de sensibilidad).

Los nervios más implicados suelen ser:

– Nervio mediano: atraviesa el túnel carpiano en la muñeca.
– Nervio cubital: pasa por el codo y afecta al meñique y anular.
– Nervio radial: recorre el dorso del brazo y la mano.

Posturas que favorecen el entumecimiento

Dormir con los brazos bajo la almohada, doblados o presionados contra el cuerpo puede provocar compresión nerviosa. También puede influir la posición del cuello, especialmente si hay tensión cervical o uso de almohadas inadecuadas.

Consejos prácticos para evitar que se duerman las manos

1. Mejora tu postura al dormir

– Evita dormir sobre los brazos o con las muñecas flexionadas.
– Usa una almohada que mantenga la cabeza alineada con la columna.
– Si duermes de lado, coloca una almohada entre los brazos para evitar presión directa.

2. Usa férulas nocturnas

En casos de síndrome del túnel carpiano, las férulas mantienen la muñeca en posición neutra y evitan la compresión del nervio mediano. Se pueden adquirir en farmacias y no requieren receta.

3. Realiza estiramientos antes de dormir

Ejercicios suaves de muñeca, brazo y cuello pueden liberar tensión acumulada durante el día. También ayudan a mejorar la circulación.

4. Evita el uso prolongado de dispositivos

El uso excesivo de móviles, ordenadores o herramientas manuales puede generar inflamación en los nervios. Intenta reducir la actividad repetitiva antes de acostarte.

5. Cuida tu colchón y almohada

Un colchón demasiado blando o una almohada muy alta pueden alterar la postura cervical y favorecer la compresión nerviosa. Busca productos ergonómicos adaptados a tu forma de dormir.

6. Mantén una buena hidratación

La deshidratación puede afectar la función nerviosa y muscular. Beber suficiente agua durante el día ayuda a prevenir calambres y parestesias.

7. Controla el estrés

El estrés puede provocar tensión muscular, especialmente en cuello y hombros, lo que repercute en la circulación y los nervios. Técnicas como la respiración profunda, la meditación o el yoga pueden ser útiles.

8. Evita ropa ajustada para dormir

Mangas muy apretadas o puños elásticos pueden dificultar la circulación y favorecer el entumecimiento. Opta por pijamas cómodos y holgados.

Alimentos que ayudan a la salud nerviosa

Una dieta rica en vitaminas del grupo B, magnesio y antioxidantes puede mejorar la función nerviosa y prevenir parestesias.

– Vitamina B12: presente en carnes, huevos y lácteos.
– Magnesio: en frutos secos, legumbres y vegetales verdes.
– Omega 3: en pescado azul, semillas de lino y chía.

Ejercicios recomendados

Ejercicio de deslizamiento del nervio mediano

– Extiende el brazo hacia delante con la palma hacia arriba.
– Flexiona la muñeca hacia abajo y luego hacia arriba.
– Repite 10 veces en cada mano.

Rotación cervical

– Gira lentamente la cabeza hacia un lado, mantén 5 segundos.
– Vuelve al centro y repite hacia el otro lado.
– Realiza 10 repeticiones.

Estiramiento de muñeca

– Con el brazo extendido, tira suavemente de los dedos hacia atrás.
– Mantén 15 segundos y cambia de mano.

Cuándo consultar con un especialista

Si el entumecimiento es persistente, se acompaña de dolor, debilidad o afecta a otras partes del cuerpo, es recomendable acudir a un médico. El diagnóstico puede incluir:

– Exploración neurológica.
– Electromiografía (EMG).
– Resonancia magnética cervical.
– Análisis de sangre para descartar deficiencias nutricionales.

Testimonios de personas que lo han superado

– “Usar férulas por la noche cambió mi vida. Ya no me despierto con las manos dormidas.”
– “Descubrí que era por estrés. Con ejercicios de respiración y estiramientos, mejoró mucho.”
– “Era por una almohada demasiado alta. Cambié a una ergonómica y desapareció el hormigueo.”
– “Tenía déficit de vitamina B12. Con suplementos y dieta, los síntomas desaparecieron.”
– “Dormía con el brazo bajo la cabeza. Solo con cambiar de postura, se solucionó.”

Pequeños cambios, grandes resultados

Evitar que se duerman las manos al dormir no siempre requiere tratamientos complejos. En muchos casos, basta con ajustar la postura, mejorar la ergonomía y cuidar la salud nerviosa. La clave está en observar los hábitos diarios, escuchar al cuerpo y actuar con constancia.

Si el problema persiste, no dudes en consultar con un profesional. Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones y mejorar tu calidad de vida.

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